24 de enero de 2013

Neisseria meningitidis o Meningococo


Es un diplococo reniforme que mide 0.6 x 0.8 µm de diámetro. Posee una cápsula con diferentes tipos de polisacáridos que permite establecer un total de 13 serotipos identificados con las letras A, B, C, D, X, Y, Z, E, W-135, H, I, K Y L. Estos producen diferentes respuestas antigénicas en el huésped. Su membrana externa posee algunos antígenos somáticos que influyen en su patogenicidad y su inmunobiología.

Los grupos mayormente relacionados con enfermedades son A, B, C, Y y W-135. Los grupos A y C se relacionan más que los demás con epidemias de la enfermedad meningocócica. El grupo C afecta por igual personas de países desarrollados y no desarrollados. El grupo A es más común en naciones menos desarrolladas y el grupo B es más común en USA. 

Su crecimiento óptimo ocurre en un ambiente húmedo, a una temperatura de 35-37°C y condiciones atmosféricas de 5-10% de CO2. Es susceptible a la desecación y las temperaturas extremas. Tiene un metabolismo fermentativo de carbohidratos, en especial glucosa y maltosa. 

El ser humano es el único huésped natural para quien el meningococo es patógeno. Coloniza la nasofaringe convirtiéndonos en portadores sintomáticos crónicos, intermitentes o transitorios. La transmisión ocurre de persona a persona a través de gotitas respiratorias. Su período de incubación suele ser de 3 días, aunque puede ir de 1 a 10 días.

Afecta a cualquier grupo de edad. Sin embargo, durante las epidemias son más vulnerables los pacientes de 5 a 19 años. Presentan más riesgo de enfermar las personas que habitan en comunidades cerradas y semicerradas como colegios, guarderías, grupos militares y cárceles. Otro grupo de riesgo lo constituyen aquellos que presentan alguna deficiencia en el sistema inmunológico o alguna condición debilitante.

Al principio, el paciente presenta una infección con síntomas de intensidad subclínica o  moderada. De la nasofaringe pasa al torrente sanguíneo dando diferentes manifestaciones clínicas. Estas pueden ser: bacteremia sin sepsis, meningococcemia sin meningitis, meningitis con o sin meningococcemia (cuadro clínico más común), meningoencefalitis, meningococcemia fulminante o síndrome de Waterhouse-Friderichsen y meningococcemia crónica. Otras manifestaciones incluyen conjuntivitis y sinusitis purulenta, neumonía, endocarditis,  miocarditis, pericarditis, osteomielitis y uretritis.

Su diagnóstico suele hacerse a través de la clínica y la identificación en muestras de LCR, sangre, líquido sinovial, aspirado de petequias, esputo, aspirado transtraqueal, elegibles de acuerdo al cuadro clínico. Se realiza cultivo, tinción de Gram y detección de antígenos con las técnicas de aglutinación de látex y coaglutinación. También se realiza la prueba de fermentación de azúcares glucosa, maltosa (ambas deben ser positivas), lactosa, sacarosa y fructosa.

El tratamiento de elección es la penicilina G, siendo sustituída por cloranfenicol en pacientes alérgicos. También se usan cefotaxime, ceftazidima y ceftriaxona. Una vez iniciado el tratamiento, las personas deben permanecer en aislamiento respiratorio por espacio de 24 horas, pues aún son infectantes en ese período. 

La profilaxis a los contactos debe hacerse con rifampicina, en las primeras 24 horas del diagnóstico, a todos aquellos que tuvieron contacto directo con el paciente, especialmente a través de besos y  alimentos o bebidas compartidas. 


23 de enero de 2013

Streptococcus pneumoniae o Neumococo


Es un coco gram positivo, anaerobio facultativo, que mide de 0.5 a 1.25 mm de diámetro. Es inmóvil y no forma esporas. 

Posee cápsula,  lo que aumenta su virulencia e interfiere en la fagocitosis por los polimorfonucleares (leucocitos que presentan un núcleo lobulado y contienen en su citoplasma gránulos específicos. Existen tres tipos: neutrófilos, eosinófilos y basófilos).

Presenta un extremo lanceolado y se organiza en cadenas, aunque puede hacerlo en pares o permanecer solo

Posee metabolismo fermentativo, produciendo bajos niveles de ácido láctico.

Es catalasa negativo. La catalasa es una enzima presente en la mayoría de las células que descompone al peróxido de hidrógeno en oxígeno y agua. 

Crece a temperaturas de 25-42º C. Es sensible al calor, al frío y la desecación. 

Produce hemolisina. La hemolisina es una proteína de bajo peso molecular que produce lisis de los eritrocitos, leucocitos y plaquetas mediante la producción de poros en su membrana citoplasmática.

Produce neumolisina: enzima citoplasmática citotóxica que se une al colesterol de las membranas celulares del hospedero, formando poros. Destruye todos los leucocitos, las células respiratorias ciliadas, el epitelio respiratorio y el endotelio pulmonar. También estimula la respuesta inflamatoria. 

Es exclusivo del hombre, diseminándose por aerosoles o gotitas respiratorias y requiriendo un contacto estrecho entre el transmisor y el receptor por lo que es común en guarderías, asilos, cárceles y demás lugares  donde se encuentren personas hacinadas. Es portado, de forma asintomática, en la nasofaringe del 20-40% de los niños y el 5-10% de los adultos sanos. Los niños son colonizados alrededor de los 6 meses de edad.

Los niños menores de dos años, ancianos y personas debilitadas por infecciones virales previas o ciertas condiciones que les produzcan inmunodepresión son más vulnerables a enfermar por su causa. Es común en pacientes mieloma múltiple, linfomas, leucemia linfocítica crónica, VIH, desnutrición, insuficiencia renal, diabetes mellitus, asplenia o disfunción del bazo, trasplante de órganos, falcemia, alcoholismo y enfermedades crónicas. La mayoría de los pacientes con neumonía neumocócica tiene una enfermedad de base.

Sus manifestaciones clínicas incluyen neumonía adquirida en la comunidad, sinusitis, otitis media, meningitis, septicemia, bronconeumonía, bronquitis y artritis, siendo la neumonía la más común. 

Una vez infectado el huésped, el neumococo puede diseminarse directamente de la nasofaringe a oído medio, senos  paranasales, tráquea, bronquitis y pulmones. Puede transmitirse vía hematógena a SNC, válvulas cardíacas, huesos, articulaciones y cavidad peritoneal. 

Presenta una elevada mortalidad, atribuyéndosele más de un millón de muertes cada año, especialmente en niños y pacientes vulnerables de países en desarrollo.

Su diagnóstico se realiza por el cuadro clínico, observación microscópica directa con coloración de Gram, aislamiento e identificación en cultivo y serotipificación. Las muestras suelen ser esputo, LCR, sangre, líquido pleural, peritoneal y sinovial. Es difícil de cultivar. 

La penicilina constituye aún el betalactámico de elección en el tratamiento de la infección neumocócica a pesar de la alta frecuencia de cepas resistentes que se observan en casi todas las áreas del mundo. Estas cepas también suelen ser resistentes a eritromicina, tetraciclinas, trimetoprim-sulfametoxazol y cloranfenicol. En estos casos se recomienda el uso se cefalosporinas y vancomicina. 

Para prevenir la infección se puede utilizar una vacuna polivalente que perite contrarrestar unos 23 serotipos distintos. Esta suele ser efectiva en adultos, pero no en ancianos ni en niños menores de 2 años.